El actor Sancho Gracia ha fallecido esta noche en la clínica Quirón de Madrid a los 75 años como consecuencia de las complicaciones del cáncer de pulmón que padecía.
Su interpretación mas conocida fue en la serie 'Curro Jiménez', ese bandolero viril e hispánico cuyo galopar marcó la entrada de España en la Transición. Como una intersección entre Robin Hood, el Capitán Trueno y John Wayne, el personaje de Gracia introdujo en el imaginario colectivo las peleas de navajas y mantas enrolladas, las gruesas patillas y los trabucos que dieron pie a interpretaciones rijosas. Todo ello, para contar una época, la de la invasión napoleónica de España, que tanto marcó el devenir posterior del país.
Pero Sancho Gracia fue mucho más que Curro Jimenez. Actor de series, sí (impresionante su retrato del Jarabo en 'La huella del crimen', a las órdenes de Juan Antonio Bardem), pero también de cine y, sobre todo, de teatro. En la gran pantalla, sus primeros papeles recordados son en películas de Paco Martínez Soria, en las que daba vida a un prototipo de joven pendenciero, y que rodó al poco de volver a España desde Uruguay, donde su familia se había refugiado huyendo de la Guerra Civil. Trabajó a las órdenes de Charlton Heston en 'Marco Antonio y Cleopatra' (1972), y junto a Burt Reynolds en 'Los 100 rifles' (1969).
Pero tuvo que esperar un par de décadas, hasta los 90, para que directores y público de una nueva generación le reconociesen como el portentoso actor que era. Adolfo Aristarain lo reclutó para su generacional 'Martin Hache', y Álex de la Iglesia para 'Muertos de risa' (1999) y 'La comunidad' (2000), antes de darle el papel central de '800 balas' (2002). También participó en otras producciones que marcaron el cambio de siglo, como 'La caja 507' (2002), de Enrique Urbizu, o 'El crimen del padre Amaro' (2002), junto a Gael García Bernal.
Sus últimas películas estrenadas fueron 'Balada triste de trompeta', de nuevo a las órdenes de Álex de la Iglesia, y 'Entrelobos', ambas de 2010. Precisamente a raíz de esta última, basada en la historia de un niño salvaje criado por lobos, el actor tuvo la posibilidad de regresar a Sierra Morena, el lugar donde se ambientaba buena parte de la trama de Curro Jiménez.
Poco antes del estreno de la película anunció que, tras haber vencido a un cáncer de pulmón, tenía que pelear ahora con uno de vesícula. Aún así, Sancho le quitaba importancia y prefería centrarse en la buena racha artística que atravesaba: "Hace tiempo que no tengo un año malo. Pero sí, tengo que reconocer que me ha ido bien en éste".
Por esa época también, Sancho Gracia protagonizó 'La cena de los generales', su gran despedida de los escenarios teatrales a las órdenes de su amigo, Miguel Narros. Una obra ambientada durante la Guerra Civil española, en la que Gracia volvió a demostrar su compromiso inquebrantable en contra de la dictadura franquista. También participó en 'Calígula' (Camus), 'Don Juan Tenorio' (Zorrilla) y 'Panorama desde el puente' (Arthur Miller), entre otros muchos montajes. Fue el impulsor de la primera edición del Festival de Teatro de las Rias Baixas y también del proyecto de 'biopics' 'Libertadores', con motivo del bicentenario de la emancipación de las colonias españolas en América, en el que también se implicó activamente su hijo Rodolfo Sancho, quien ha tomado el testigo del trabajo actoral de su padre.
Dario Prieto (Diario el Mundo)
Casualidades de la vida...porque anteanoche cambiando de canal en la 2 me encontré con el mencionado capítulo de "La huella del crimen" donde interpreta a Jarabo, un asesino a sangre fría y la verdad que aunque no soy una cinefila experta, me hizo creerme su personaje totalmente.
Descanse en paz Sancho Gracia un gran actor y estoy segura que un luchador y una gran persona
Dos en una hoy y mañana...¡¡¡empezamos el tercer trimestre¡¡
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