Estaba ya medio dormida, cuando el inconfundible sonido de un mensaje del movil la despertó. Se frotó los ojos para "enfocar" la vista y ver que hora era...¡la una y media¡...¿Quien me puede mandar un SMS a estas horas?...
Vio el remitente...Cristina...una buena amiga a la que, por circunstancias de la vida, hace por lo menos 3 años que no veia y a continuación leyó...
Buenas noches! Mandame tu nombre completo y direccion para enviarte la invitación de mi boda. Disculpa las horas y la forma de decirtelo pero entre el trabajo y los preparativos ando liadisima. Besos miles y espero confirmación.
Despues de leerlo, se quedo pensando en que no conocia ni al novio de Cristina y sobre todo lo primero que sintio o mas bien presintió, es que ir a esa boda no le iba a sentar nada..nada bien...y no se si en los proximos dias cambiaria de opinion..pero se durmio pensando que no queria ir...
Al dia siguiente, en contra de lo que pensaba, le envio su dirección a Cristina...no con idea de ir, sino por saber cuando y donde era la boda y darse un tiempo para pensar si iba o no y que escusa inventarse...
Desde hace ya tiempo las bodas no le sentaban nada bien, como muchas otras cosas, solo se sentia bien en sitios donde todo el mundo parecia estar como ella, donde no sentia que habia diferencias aunque en verdad las hubiese y en este caso ver como para unos/as han pasado y pasan cosas y para ella seguia todo como siempre y encima tener que verlo, oirlo contar y contarlo...no le hacia ninguna ilusión.
Quizás este "huir" no fuese lo mas recomendable, ni ella se lo recomendaria a nadie, pero "cada maestrillo tiene su librillo" y ¿porque tocar una espina cuando sabes seguro que te vas a pinchar y te va a doler?
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