Mi primera clase de piano

Tocar el piano ha sido algo que desde siempre he querido aprender, pero han ido pasando los años y cada vez me parecía más difícil encontrar tiempo o verme capaz de aprenderlo.

Hace poco gracias a un amigo descubrí que encontrando una escuela adecuada, se podía aprender de una forma sencilla y amena, no para dar conciertos pero si para poder defenderse y tocar muchas partituras.

El, que lleva menos de un año yendo a una escuela de música, me dejo sorprendida con lo que me contaba y oyéndole tocar y aunque yo no soy ninguna entendida para mi sonaba muy bien, me pareció sorprendente , me encantó y empezó a “picarme el gusanillo”

Pensé que viviendo en una capital de provincia, no muy caracterizada por mucha cultura, no me sería fácil encontrar una escuela de música que también enseñase a adultos, pero ayer me puse a buscar y encontré una con buena pinta, así que hoy después de trabajar me acerque a preguntar y acabé dando mi primera clase de piano.

Y ahí estaba yo, sentada delante de un piano, un gran “mundo”de teclas y sonidos por descubrir…en el que para empezar me senté en el taburete, tal cual…vamos..con las piernas cruzadas y la profesora simplemente con una mirada me dio a entender que “esa no era la mejor postura para tocar el piano”, nos reímos y las descruce…

Después me explicó las cosas más básicas del solfeo (lo que es un pentagrama, la clave de sol, la clave de fa, las notas y su duración…etc.)y ahí me dejó con los dedos de las dos manos colocaditos cada uno encima de una tecla (excepto los pulgares que están los dos en la misma tecla Do)frente a una pequeña partitura, empezando a tocar primero con 4 dedos, luego con 6, con 8 y al final con 10,entendiendo por primera vez lo que era la clave de FA y para que existía el pentagrama inferior e intentando cantar las notas y tocarlas en su tiempo (esto al principio bien, pero una vez que me sonaba la melodia...me dio por correr demasiado y no puede ser...).

La hora se me pasó volando, por mi hubiese seguido más tiempo allí sentada y cuando levanté las manos del piano sentí que las tenía como agarrotadas, supongo que de la falta de costumbre, pero sobre todo sentí una sensación de felicidad enorme por todo el cuerpo, salí de la escuela con una sonrisa por dentro y por fuera y ya estoy deseando que llegue la próxima semana…
Ahora mi "gran problema"es ¿donde voy a practicar lo que voy aprendiendo?...porque por el momento lo mas parecido a un piano que tengo es un miniorgano que compre hace tiempo en un todo a 100 como un capricho y en el que no me caben ni los dedos y emite unos sonidos que son un crimen para cualquier oido...pero bueno todo se andará y quizás dentro de poco tenga en mi casita un piano.

Mi amigo dice que doy demasiado las gracias, pero si él no me hubiese hablado de sus clases de piano y me hubiese animado a buscar un sitio en mi ciudad donde aprender, yo no estaría hoy aquí contando esto, asique este ¡¡MUCHISIMAS GRACIAS!!! es todito para el.