Hoy ojeando otros blogs me he encontrado con un fragmento de un libro de Robin Norwood “Las mujeres que aman demasiado" que quizás algun día leeré y cuyas palabras me han hecho recordar tiempos pasados. Según describe la blogera, es un libro en el que mediante ejemplos e historias de mujeres que sufren por amor, se trata de buscar la solución y el origen de nuestro problema.
Dice asi.... "Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.
Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad físicas, sin duda estamos amando demasiado.
Cuando la mayoría de nuestros pensamientos comienzan con "él...", estamos amando demasiado.
Cuando disculpamos su mal humor, su indiferencia o sus desaires como problemas motivados por el estrés y tratamos de convertirnos en su terapeuta, estamos amando demasiado.
Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que tienen que ver con él, estamos amando demasiado.
Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.
La mujer cae en una sensación profunda de fracaso y desesperación. Si ni siquiera puede hacer que alguien tan necesitado e inadecuado, como la persona que la dejó, la ame, ¿cómo podría esperar ganar y conservar el amor de un hombre más sano y apropiado?
Eso explica por qué con tanta frecuencia una mujer así pasa de una mala relación a otra que es peor aun: porque con cada fracaso se siente cada vez menos digna.
Quienes amamos demasiado estamos llenas de miedo: miedo a estar solas, miedo a no ser dignas o a no inspirar cariño, miedo a ser ignoradas, abandonadas o destruidas. Damos nuestro amor con la desesperada ilusión de que el hombre por quien estamos obsesionadas se ocupe de nuestros miedos.
En cambio, los miedos —y nuestra obsesión— se profundizan hasta que el hecho de dar amor para recibirlo se convierte en la fuerza que impulsa nuestra vida. Y como nuestra estrategia no da resultado, amamos más aún. Amamos demasiado."
Robin Norwood
Después de leer esto, tengo que reconocer que alguna vez he sido de las que aman demasiado, aunque ahora con el tiempo creo que me costaría más quizás porque estoy "curtidita" aunque ¿quien puede asegurar que no va a tropezar dos veces con la misma piedra?
Yo misma y...queda un día
No hay comentarios:
Publicar un comentario