Pinto era un pino de Oregón que, desde pequeño, soñaba con ser grande. Su especie llegaba a alcanzar los sesenta metros.
Le habían dicho que la vista desde las grandes alturas era maravillosa. Sus amigos le mostraban distintas bellezas naturales, pequeñas plantas, flores, insectos, grandes animales y hasta personas, pero no les prestaba atención; iba creciendo y siempre sucedía lo mismo, lo único que le interesaba era lograr una gran altura.
Al llegar a la estatura deseada, confirmó que el panorama desde tan alto era espectacular. En las conversaciones con sus amigos, escuchaba cosas muy extrañas para él, hablaban de chicos jugando a la pelota, de perros que corrían, de abejas que se posaban sobre las flores, y cantidades de comentarios sobre seres que no llegaba a distinguir desde allá arriba.
Pero ya no pudo bajar para conocerlos, se los había perdido mientras esperaba llegar bien alto.
El futuro es para soñar; el presente, para disfrutar.
Anónimo
Lo dicho, no hay que dejar que los sueños por conseguir, no nos dejen ver o disfrutar las cosas que nos rodean. Suena muy bonito, pero por lo menos para mí, no es tan fácil de conseguir, aunque intentarlo...lo intento, consciente de que en otras ocasiones me he perdido cosas irrepetibles mientras persiguía sueños...
Yo misma viviendo y difrutando el presente y soñando con el futuro pero no muy lejano...
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