Un transeúnte se detuvo un día ante una cantera en la que trabajaban tres compañeros. Preguntó al primero:
- "¿Qué haces, amigo?"
Y éste respondió sin alzar la cabeza:
- "Me gano el pan".
Preguntó al segundo:
- "¿Qué haces, amigo?"
Y el obrero, acariciando el objeto de su tarea, explicó:
- "Ya lo ves, estoy tallando una hermosa piedra".
Preguntó al tercero:
- "¿Qué haces, amigo?"
Y el hombre, alzando hacia él unos ojos llenos de alegría, exclamó:
- "Estamos edificando una catedral".
Y el caso es que los tres estaban realizando el mismo trabajo
Anónimo
Esta "pseudofábula", es como yo suelo decir...real como la vida misma, porque, día a día, compartimos labores, problemas, dudas, preguntas...etc.. con muchos de los que nos rodean, pero cada uno, podemos ver las cosas de distinta manera, influidos generalmente por nuestra forma de ser y muchas circunstancias particulares.
Y yo ¿que hago?...pues "edifico" mi vida, ladrillo a ladrillo, siempre intentando crecer hacia arriba, sin molestar a los que crecen a mi lado, pero compartiendo con los más cercanos esta obra y ayudándoles si es necesario en la suya.
Si mi obra es "bonita", probablemente alegre, anime y cree un ambiente agradable a mi alrededor, que compartir con las personas que me importan y muchos anónimos que sin saberlo puedo estar quizás "ayudando".
Para mi, en este "edificar" es importante intentar vivirlo todo, tranquilamente, intentando dar a cada cosa, su justa importancia y si hay algún paroncillo en la "obra" por algún "incidente", intentar aprender de ello, para que no vuelva a pasarme.
Yo construyo mi vida y esto conlleva una gran responsabilidad, conmigo misma y con los que me rodean. Y tú¿qué haces?...
Yo misma, casi casi...preparada, lista y mañana....yaaaa
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